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El Secretario (cuento corto de un caballero elegante)

En el Primer Juzgado Penal de Arequipa se ventilaba un caso de robo agravado, el juez oía al testigo del delito con paciencia, la sala casi vacía era testigo de los bostezos del fiscal, perspicaz investigador – persecutor de los delincuentes.


Tome nota secretario- dijo el juez-, el testigo declara que pasaba a las 17: 45 horas aproximadamente cuando vio un hombre alto, moreno de gorra con un cuchillo amenazar al agraviado….

El secretario tipeo en su Pentium I cada coma y punto que dicto el juez, la fidelidad en las actas de los juicios es una de las mayores virtudes de un secretario, de hacer variables en su labor , podrían constar hechos que no existieran, de buscar sinónimos a las palabras del juez cambiar el sentido, especialmente si se ha dictado términos jurídicos, digamos que se dicta “robar” y se redacta “asaltar”, seria temible , no terrible; y ni hablar de errores de acentuación o de puntuación, estos podrían dejar como culpable a un inocente, que en este caso seria el peatón que vio los hechos, aunque una vez escuche que estos últimos errores hicieron que un taxista en calidad de testigo sea tratado en la siguiente diligencia como denunciado, tan solo por el error de puntuación en el acta anterior,… nervioso y pensándose descubierto el taxista antes testigo acepto él haber disparado contra Luís Aguirre un vendedor de Seguros, que se acostaba con su amor platónico de toda la vida y luego llamar a la policía como denunciante del delito por él perpetrado, este caso remeció las “bases morales” el país, este caso trajo dos beneficiados, uno fue un psicólogo que publico un libro sobre “ranking de la maldad” basado en este hipócrita testigo/culpable; aunque solo lo situó el puesto 16 de 22 de dicha lista, “para llegar a la cima el taxista debió acudir a cómplices, torturas y faltarle hasta el final una conciencia de culpa”, en palabras del científico social en mencion.

El segundo beneficiado fue el mismo secretario que con su error desenmascaró al verdadero asesino, el secretario fue calificado de “visionario”, hasta de “zahorí” y “pitoniso” por algunas publicaciones, el hombre tenia una apariencia misteriosa, ya saben una barba a modo de chiva y lentes redondos, aspecto el cual aprovecho publicando posteriormente una obra esotérica de complejas predicciones tan generales que no decían cosa alguna que no pudiera suceder; fue un éxito, entre otras pronostico un terremoto en el lapso de una década en Indonesia y hambrunas en el África SB-Sahariana.

Además de este caso aislado, todo error en la redacción es, fue y será considerado el peor error de un secretario.

Cierta ocasión en un agasajo por el día del poder judicial, en la meza de los Secretarios, ahora pretenciosamente llamados “especialistas”, alguno de ellos planteo que su trabajo de tipeo era muy tedioso y repetitivo, a lo que el secretario Mario R dijo:

“deberíamos innovar, si no podemos variar el proceso, al menos lo que tipeamos modificarlo, claro sin cambiar lo que el juez dicta, pero volverlo mejor, mas eficiente, mas simple, ya saben crear algo, que seamos ejemplo…”

Los demás miraban y escuchaban anonadados…, el secretario del primer juzgado, lo miraba mientras comía el piqueo vulgarmente.

-¿Se han percatado que muchas letras suenan igüales y que no tiene sentido?, ¿Y que en contexto no puede existir posibilidad de generar confusiones si obviamos estas letras?, y ¿Que mas aun, es tonta la tildación pues la entonación es consuetudinaria?, el ingles no posee acentos, tampoco el latín…, no es necesario tenerlas siquiera.- dijo Mario

-El francés tiene tres acentos- contestó el secretario del tercer juzgado.

- Si, pero los franceses son unos necios insensatos – replico Mario y luego completo:
Pero sin ser tan arriesgados, amigos ¿Cuál es la diferencia entre psicología y sicología?, ¿lo saben?
-¿Pues que se escribe psicología con “p” y no sin “p” antes de la “s”?- respondió el secretario Bruno del quinto.

Mario replico de inmediato – pues esa “s” viene del origen latino de esa palabra, pero todos sabemos que si bien nuestro idioma deriva del latín poseemos nuestras propias reglas y sinceramente no hay fundamento en el castellano para que esa “s” siga ahí ¿no les parece?…, el español, es el mejor idioma porque fue creado bajo la concepción: “Una letra un sonido”, lo que lo hacia mejor que el ingles o el francés mencionados y ahora tan sublimados, y esa “P” no suena por lo que no debería de existir, ¿o es que hablamos Latillano?, ¡no señores, no!.

La meza quedo en silencio, Nico secretario del primer juzgado, levanto notablemente el labio superior cuando termino su Piqueo, hizo un sonido incomodo, bajo de la silla y se marcho sin cursar palabras o gestos, sin mas reprobó esas ideas.

Luego Mario fue despedido como secretario y trasladado a Archivos Judiciales en un sótano feo y polvoriento, habría cumplido su criterio y escribió psicólogo sin la “p”, el problema vino cuándo el juez le hizo notar su error y se negó a corregirlo, no sin antes explicar su teoría, el juez no quedo convencido, le pidió de nuevo rectificase, al no hacerlo fue trasladado, no tanto por la innovación sino por el desacato, el sindicato no pudo hacer mucho por defenderlo, jugo en su contra que el prolijo Nico fuera el presidente de los secretarios, respaldado por sus intachables actas, como había de suponerse los secretarios y la Corte en general habían determinado que la corrección y respeto gramatical era prioritario.

Pasados los años cuando había acabado su ciclo laboral y jubilándose como presidente de los secretarios de la corte de Arequipa se le realizo una emotiva despedida a Nico, todos lo secretarios antiguos tomaron la palabra, Bruno del 5to tuvo las más emotivas, que fueron así:

-Recuerdo como hace 15 años cuando joven comenzaste tu labor Nico, después de 4 años de adiestramiento en la “escuela de especialistas”, en aquellos tiempos llamada “escuela de secretarios”, al comienzo en la corte cometiste una serie de errores, la “H” se decía era tu Némesis, pero en menos de 6 meses con trabajo quedo en el olvido, es un clásico de la corte tu presencia, cuando andas por los pasillos los justiciables suelen con extrañeza mirarte, ¿Cómo es posible que un secretario camine y sea como tu?, parece que se preguntasen, debe ser porque no usas gafas.- El auditorio se ahogo en risas.

Realmente tus Actas estos últimos años son impecables, tu mutis en la sala durante los procesos un ejemplo, la rapidez con que puedes hallar las secciones del código a transcribir es impresionante, tu conocimiento del código civil y el procesal de la misma materia asombroso, estoy seguro que nadie aquí encuentras un articulo o sección con tanta presteza.

Al final de las halagadoras palabras de Bruno, que fueron las ultimas del evento el auditorio se lleno de aplausos y los concurrentes se pusieron de pie para despedir a Nico, este también se puso de pie, (unos dijeron ver en sus ojos brillantes, unas lagrimas), y salio de la mano de Arturo el vigilante del reciento, los aplausos lo acompañaron hasta que cruzo el pórtico a 30 metros de su asiento.

El gran faltante de la ceremonia de despedida fue el magistrado Núñez del primer juzgado penal, el jefe de Nico durante toda su carrera prácticamente, al ser preguntado sobre su notoria ausencia contesto:

- ….ese día tuve diligencias, a que tanto lió, si solo es un mono-.

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