Los Tres Caballeros

La última obra de Pedro Almodovar refresca la cartelera con un batallón de protagonistas, lideradas por Penélope Cruz (ya las ninfúbilas saturan, un punto menos para las producciones de la patria de Mister Danger, como diría el reelecto Hugorila).

Recuerdo cuando vi una previa pela de este director y recuerdo el posteo que realizó otro de los caballeros antes de que exista este blog; compartimos el tedio que provocaba La Mala Educación... me quedé dormido. Tal vez alguna fanática de Gael García habrá sabiamente preferido ver aquella película en dvd para verlo a 2x, a 8x mejor.

Volver, es una película superior, de las mejores películas de este año. Y es que se desarrolla con mucha fluidez. Se mezclan los géneros o con primeras impresiones se juega a juntarlos. Un hecho sangriento a los pocos minutos de iniciada la película, la aparición de un fantasma. Sin necesitar de pretenciosos monólogos interiores ni mostrar manías innecesarias se nos presentan a personajes que son originales por las cosas que les pasan y sus actitudes al respecto (es lo que hace a una persona interesante, no que uses un jabon por cada lavada de manos, ni "aspiraciones originales"). Las decisiones que tomas te definen como persona, así como tus dudas y toda la joda que viene a empujarte a actuar.

Otra gran razón para ver esta película es que Almodovar conoce, mejor dicho, sabe mostrarnos a las mujeres. La casi inexistente interacción con hombres durante la proyección nos muestra a las protagonistas con una expontaneidad casi ininterrumpida por culpa de cierto cliente de Penélope. Y rescato esa expontaneidad (que se suele tener con los amigos, con ciertos parientes o con una abierta relación amorosa según sea tu caso de confianza) que no deja escenas de sobra, al menos no se siente así.

Y cuando digo "mostrarnos a las mujeres" también me refiero a gozar visualmente del generoso cuerpo de la protagonista. Angulos de fantasía (como tener la vista de Dios sobre el fregadero) y otros dignos de cualquier mirón de la calle para tener un poco de la tetamenta de Penélope y una cámara demorona para ver su culo falso (el director la quería voluptuosa como aquellas diosas rudas del cine italiano en blanco y negro para verte mejor). El pañuelo en su escote es otro detalle que gusta y que remite, como en otras escenas, a los olores. Esa fragancia natural que, para los que gustamos de las mujeres, siempre es bienvenida. Las feromonas apaciguadoras del busto, tan efectivas para el lactante como para el amante.

Esta entretenida película es una excelente opción para los que buscan una historia que disfrutar y para los que sin esperárselo gustan de contarlas, de vez en cuando.


PD: Esta película no solo requirió de suplir la carencia nalgar de la bella señorita Cruz (para mi, perfecta), la nena no sabe cantar. Pero como actúa bien, el lipsync le sale mejor que Madonna. A echarle un vistazo.